David Torres |
El montaje se fundamenta en la mitología que nos viene del pasado. Un caminante recorre lugares inciertos, en uno de ellos se encuentra con el pájaro Pujuy que guarda los caminos, este le recuerda que ha llegado el momento de decidir su destino. Le enseña cuatro posibles lugares; el amor personificado en la hija de la luna o Xtabay, la guerra engendrada por el hombre de la mano de sangre, la muerte representada por la lechuza y la riqueza encarnada en el Búho.
María Fernanda Sarmiento B. |
El caminante debe emprender un viaje sin retorno a los confines del bosque, en donde encontrará las cuatro posibilidades brindadas por la suerte, pero que estarán tocadas por la forma como se relaciona con cada uno de los siniestros personajes habitantes de las puertas, por ello el final siempre será incierto y estará tocado por un rasgo de misterio, ya que descubre que la historia de cada personaje tiene que ver con su propia existencia y que al buscar una respuesta para su futuro, esta escarbando en los momentos mas recónditos de su vida, de su experiencia y sobre todo de aquello que se quiere negar, o que oculta con la intención de evadir el dolor emotivo, pero como todo lo que se nos ofrece, para bien o para mal, finalmente se nos cobra, el caminante, logra entrever que la mejor opción es aceptar los designios que los dioses nos han preparado; claro que esta aceptación no esta despojada de una critica poética al destino, al futuro, a la incertidumbre del presente y al comportamiento, a veces incompresible de quienes tienen en sus manos el bienestar de los demás.
Pujuy: David Torres
Caminante: José Vicente Garcés
Xtabay: Maria Fernanda Sarmiento
Lechuza: Beatriz Carvajal
Búho: Carlos Araque
Hombre de la mano de sangre: Pablo Alberto Rubio
Norti 1:Clara Contreras
Norti 2: Jorge Iván Rico
Asistente de dirección: Clara Contreras
Composición musical: Yenny Rocío Ortiz
Vestuario: Lina Arciniegas
Escenografía: El Grupo
Textos y dirección:Carlos Araque
Carlos Araque |
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